El Cuentacuentos (342): La plañidera

Dolores era plañidera. Su abuela lo fué y su madre también lo era, de ahí el nombre que la pusieron.
Dolores era la mejor plañidera de todos los tiempos. En los velatorios colocaban gradas supletorias para verla actuar.
Siempre era requerida en los velatorios de los pueblos de la zona para disfrutar viendo sus lágrimas  como si fueran las cataratas Victoria recorrer sus mejillas.
Su pena era tan contagiosa que el lagrimeo de los asistentes provocaba humedades en los días posteriores.
Pero un buen día, mal día para ella pues falleció un familiar, pasó a ser la protagonista titular y ese fué el momento en el que se vió que Dolores había nacido para ser plañidera profesional, ya que de sus ojos no brotó una sola lágrima de auténtico dolor.