El Cuentacuentos (326): El caracol y su primo

Érase una vez, pero sólo una vez y no volverá a ser y no será, un lugar con una mancha de triste figura y con forma de cara col que con su casa se acuesta y la lleva acuestas; que envidia daba a su primo el limaco, que no limacol, que vive debajo de una hoja de col. Que al acecho estaba de su primo el Caracol, rico y millonario con su roulotte. De buena familia era pues la casa heredó grande y espaciosa como palacio en flor. Limaco quiso ser ocupa del castillo de cara col, pues la baba se le caía cada vez que la veía no de envidia sino de dolor. De casta le viene al galgo, dijo el caracol, con ojos saltones y boca de tiburón se rió sin piedad de su primo limaco.