lunes, 18 de abril de 2016

El Cuentacuentos (320): La cigarra

La cigarra descansaba alegremente en una rama de su árbol favorito; no lo había elegido ella, la habían dejado allí. Comenzó su canto e inundó el bosque de melodías nunca antes escuchadas por los animalitos y gentes de la zona. Era admirada por ello, y las demás cigarras la tenían envidia.
Pero nuestra cigarra no era feliz, pues no encontraba pareja que la cortejara y decidió cambiar de lugar. Voló y voló, caminó y caminó hasta que llegó a un pueblo y vio un cartel que decía "Estanco". Encontró miles de cigarros y ella pudo elegir, no tuvo que esperar que la cortejaran. Y por supuesto se quedó con el que más le gustó. El cigarro puro.

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