El tren chu-chu circulaba por las vías. Paraba en las estaciones y a los viajeros sonreía. Les llevaba de parada en parada y con los niños jugaba.
Las gentes le saludaban a su paso, los pajarillos le cantaban y el sol le sonreía con su cara de adolescente y con picardía.
Pero un día el sol se apagó. Los pajarillos en cuervos se mudaron,la gente le dio la espalda y la alegría en tristeza de torno.
Una tormenta le acechaba, nubes negras, rayos y retruecanos le maldecian.
Su suerte cambió, a una vía muerta le mandaron y su vida en chatarra terminó.
miércoles, 3 de febrero de 2016
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