Ya está el bacalao vendido.
Después del domingo los políticos volverán a esconderse en sus
guaridas cuan depredador que sale en busca de una presa y retorna a
su madriguera. Cumplido el objetivo, el populacho seguirá siendo el
incómodo ruido de fondo, cuando se manifieste tras no cumplir lo
prometido. Entramos en jornada de reflexión y ya puestos a pensar,
es triste que el voto se decida, ya no hacia el partido que más nos
haya convencido, sino hacia quien creamos que menos nos ha
mentido...ahí queda eso...
martes, 22 de diciembre de 2015
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