jueves, 25 de junio de 2015

Crónica W (087): "Buitres"

19 de JUNIO de 2015

Ya vuelven los buitres, ya se acercan a merodear y a rebuscar entre la carroña. Los de siempre se saltan la soberanía del pueblo y se meten en habitaciones cerradas a cal y canto. Sin rendir cuentas a nadie. Como lo hace quien trama algo, como los depredadores, con sigilo y en silencio. En Europa se negocia un tratado de libre comercio con EEUU. Es el momento de que quienes ya ganaban mucho, ahora ganen más todavía. Aquéllos a quienes no les importa el bienestar del pueblo ni del propio planeta. Sólo piensan en sus resultados económicos. Están buscando la manera de ahorrarse un dineral en el intercambio comercial entre ambas zonas. Por el camino quieren dejar de lado incluso las leyes nacionales e internacionales. Pretenden someterse a la única ley del capitalismo y rendir cuentas ante tribunales sintéticos, creados para dar amparo a sus negocios.
Ya comienzan a tomar forma las decisiones del llamado grupo de Bilderberg. Un nuevo orden mundial en el que el poder estará por encima de los estados y su legislación. Ya no tendrán que amoldarse a los cambios políticos en los diferentes países. Están sentando las bases para hacerse con el control mundial a través de la economía. No es de extrañar la situación generada en Ucrania o en Grecia. Por un lado se lanzan mensajes de indiferencia hacia el país heleno, pero por otro no quieren que se acerque a Rusia. Cualquier país, por pequeño y arruinado que esté, es bienvenido a la hora de engordar sus arcas.


El TTIP es un tratado opaco y confidencial, del que no se sabrá nada hasta que esté cerrado y firmado. Nadie nos consultará ni nadie hará un referéndum para que sea aprobado o no. Eso dice mucho de las pretensiones de quienes lo están llevando a cabo. Está en juego nuestra propia salud. Las normas alimenticias europeas serán anuladas para poder dar entrada a productos tras-génicos americanos y con tratamientos hasta ahora prohibidos en la CEE. Todo vale a la hora de enriquecerse. Es el negocio perfecto. Los que ahora están en la cumbre, se desharán de la competencia e impondrán sus precios y condiciones. Es como si el jugador de Poker pudiese cambiar las cartas del contrario a conveniencia. Los grandes capitales quieren estar a salvo de crisis económicas. Ellos decidirán qué se produce en cada país y dónde se abren o se cierran empresas, según sea la demanda mundial. Economía a la carta. Nos esperan tiempos difíciles y espero que entre todos seamos capaces de tumbar este malévolo proyecto.

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