sábado, 2 de noviembre de 2013

DIARIO DE... UNA MAÑANA EN EL TIGRE


(1ª parte de la biología, 25 de octubre de 2013)

7 de la mañana

Los primeros síntomas se acercan. Vientos huracanados de fuerza 5 comienzan a recorrer mis tripas. El modo espia se pone en marcha, miro a un lado, miro a otro, arriba, abajo. No hay nadie, la primera ráfaga es segura y nadie ha salido herido.

7:01 AM

Mi primera idea es usar el método Usain Bolt y recorrer los 100 metros que me separan de la gloria en tiempo record, pero me doy cuenta que es muy peligroso y decido una disciplina más segura, la marcha atlética. Punta, talón, punta, talón... despacio pero seguro. Espero no encontrarme a nadie en el camino... ya me queda poco.

7:02 AM

Salgo a la calle, se acerca el edén, el paraiso... pero, hombre Alfredo, un cigarrito... como negarme un cigarrito... es un cigarro de caladas rápidas pero seguras, él habla pero yo ni caso. Mis gluteos se aprietan, noto que mis pelos se enderezan para mayor seguridad. Temo que se puedan escuchar. Las gotas de sudor hacen presencia. Voy a mandar un fax... al Rey, digo.

7:04 AM

Raudo entro en el tigre, culo frío, tobillos calientes, papel antisalpicaduras. En el tiempo que se creó el universo yo creo una gran mierda. Mis facciones se relajan, la sonrisa se acentua, el alivio es total. Pobres estreñidos, pienso. Tengo una experiencia extracorporea, estoy en el techo observando. Mi cara es de felicidad absoluta, el desfile por la quinta avenida, la ciudad me vitorea, lanzan papel higiénico y confeti. Querubines de alas doradas y carrillos rosados vuelan a mi alrededor... y comienzan a estrellarse contra el suelo... demonios salen de entre mis piernas... y vuelvo a mi cuerpo. Solución, saco un cigarro lo enciendo y exalo. Necesito humo, mucho humo, más humo. El ambiente se relaja, vuelvo poco a poco a mi cuerpo y pienso, buen trabajo.

Todo esto se perdera como lagrimas en la lluvia.

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