jueves, 6 de junio de 2013

Crónica R (51): "Unas veces se gana y otras se pierde"


31 de MAYO 2013

En el siglo XIX Karl Marx sentenció con una frase el nefasto influjo adormecedor que producían las iglesias sobre la conciencia del proletariado: “La religión es el opio del pueblo”. En plena época de la explotación de las masas obreras, la fe religiosa actuaba como una droga que mantenía a la plebe sedada y distraída.
Hoy, Marx tendría que modificar el sujeto de su oración: “El fútbol es el opio del pueblo”.Pero, ¿el fútbol o el fútbol profesional?

 El otro día tuve el gusto de presenciar en Ellakuri un partido del Laudio y volví a disfrutar del fútbol como se ha hecho toda la vida. De un tiempo a esta parte, en este mundo global, hemos sufrido la globalización del fútbol y nos hemos olvidado de la emoción de ver jugar a un vecino, a un familiar, a un conocido… a gente de tu pueblo y de tu entorno. Esta sociedad de la supra información y de los grandes hermanos nos ha hecho anhelar lo inalcanzable y nosotros inconscientemente hemos transmitido a nuestros hijos que su objetivo tiene que ser jugar en el Madrid, en el Barsa o en el Athletic para así vivir sin trabajar toda su vida. Y lo cojonudo es que les estamos haciendo creer que cualquiera puede llegar a ello.

Y si hay que criticar a alguien critiquémonos a nosotros mismos porque nosotros alimentamos esto. Padres, hermanos mayores… verdaderos forofos del fútbol. Pero eso, seamos forofos del fútbol como juego, donde unos pierden y otros ganan, y unas veces se gana y otras se pierde. Enseñemos a nuestros chavales a jugar al fútbol para divertirse, para hacer amigos, para ligar con las chavalas, para hacer deporte… no para conseguir vivir sin trabajar, porque ese caramelo es muy goloso y está muy envenenado. Aquí es donde puedes empezar a crear un monstruo que no dudará en pisotear a los demás para conseguir un objetivo que casi nadie consigue.

Dejémosnos de San Mames Barrias ni Lezamas, hay más fútbol., incluso más divertido. Y hagamos deporte sabiendo que unas veces se gana y otras se pierde.

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