jueves, 17 de enero de 2013

Crónica W (31):" Monumento al trabajador desconocido"

11 de ENERO de 2013

El pasado martes un hombre salió de su casa como todos los días, se fue a trabajar con la única intención de buscarse la vida, pero la muerte lo encontró a él antes. Otra víctima más… otra víctima más por culpa de los ritmos de trabajo, por culpa de la precariedad, por culpa de la competitividad, por culpa de la avaricia, por culpa de la flexibilidad laboral, la excesiva eventualidad y la escasa formación y la poca prevención. Todos estamos notando un aumento en los accidentes laborales, que en el caso de las contratas es aun mayor, ya que éstos pertenecen a un grupo de personas las cuales son reducidas a la nada, sin ningún derecho y con muchas obligaciones, sobre las que se ejerce una excesiva presión gratuita. Un hombre salió de su casa a trabajar y ahora en la mesa de la cocina de su casa queda una cena fría, que jamás será comida.

Ahora todo ha pasado, llegan los de las carpetas, con sus trajes limpios, zapatos relucientes y olor a pachuli. Salen del calor de sus madrigueras. Vienen a hacer informes, vienen a taparlo todo, a culpar a quien ya no puede defenderse. Seguro que tienen la respuesta a lo sucedido, pero yo me pregunto ¿dónde estábais antes?...todos sabemos que vuestros amos os envían para evitar la multa…encima iréis al funeral a poner caras lánguidas como si realmente os importase. Para vosotros no es más que un contratiempo, un retraso en vuestros planes, menuda putada…Pero no importa, porque hay sustitutos, disponéis de un banquillo con cinco millones de personas, y si no, los chinos están dispuestos a morir por menos dinero.

Otra víctima más de esta guerra silenciosa que año tras año se cobra vidas de inocentes a los que se nos están recortando derechos y salarios, mientras otros, sin exponerse, siguen engordando. Porque que quede claro, en las oficinas nunca muere nadie. Me recuerda a aquéllos grandes generales que tantas y tantas batallas ganaron, siempre desde la retaguardia, dirigiendo las tropas en lo alto de una loma, dispuestos a escapar si algo fuese mal, como las ratas cuando un barco se hunde…pero eso sí, la gloria para ellos con la sangre derramada de otros …qué valientes…

Un hombre se fue a trabajar, pero nunca volvió. ¿Qué le vais a decir a su familia, que te acabas de comprar un deportivo, que tu yate navega sobre la sangre de todas estas víctimas, que tu palacio está construído sobre unos cimientos repletos de cadáveres?... Nada, no vais a decir nada, sólo esperáis que no os perjudique y que todo pase pronto. Yo lo único que deseo es que la vuestra sea la única cena que se quede fría en el plato sin comer y que ésta sea la última muerte en accidente laboral. Que éste sea el último nombre de esa crónica negra en el monumento al trabajador desconocido. Descanse en paz…

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