Crónica R(012): "Vivir, no subsistir..."

25 de FEBRERO 2011

En estos tiempos de crisis mucha gente ha pensado en echarse al monte. En este caso no vamos a comentar nada sobre los que han pensado en alzarse en armas y echarse al monte, si no los que han pensado en buscar el sustento en la madre tierra. Sembrar, regar, recolectar, hacer pan, tener leña, conseguir un poco de ganado… y así alimentar a los tuyos y vender el excedente para conseguir parné para otros gastos básicos. Esta forma de vida no es descabellada, hasta hace poco muchísima gente vivía así, y he dicho vivía, no subsistía.

Pero es que en esta sociedad llamada de bienestar, ni así podemos vivir, y he dicho vivir, no subsistir. Si alguien no se lleva un beneficio de nuestra cosecha, como lo hacían los señores feudales, no puedes entrar en esta sociedad tan europea y tan tolerante. Porque si me sobran huevos se los tengo que vender a una gran empresa, que lo único que va ha hacer es ponerle un sello con la fecha de caducidad que ellos y algún comisario europeo ha decidido que es la correcta. Se los tengo que vender al precio que ellos me marcan, un precio que me permite subsistir, no vivir.

Que yo sepa siempre se ha comido de alimentos frescos que surgen de la tierra, y si las autoridades quieren someterlos a tanto control porque sospechan que puedan estar contaminados, igual es porque saben que los productos que ellos obligan a usar para garantizar caducidades son perjudiciales para otras cosas, como para el sabor, la calidad y sobre todo la salud. Los alimentos de supermercados no nos dan energía para vivir, solo para subsistir.

Total que al final en vez de echarme al monte, solo acudiré a el para pasear, eso sí con un increíble equipo de montaña y unas barritas energéticas que tan amablemente nos venden en el hiper de turno.