20 de noviembre, así que teniamos a tope efemérides la muerte de Franco y Primo de Rivera, los asesinatos de Santi Brouard y Josu Muguruza (Ynestrillas todavía anda por ahí dando por culo)...
También nos enteramos que Fraga ha sacado sus memorias. En ellas le califican como un político liberal-conservador modélico... creo que su biógrafo no recuerda los sucesos del 3 de marzo del 76 en Gasteiz, su etapa de ministro franquista o su grito de "la calle es mía". Fundador del PP, partido de centro y demócratas de toda la vida. Una mierda... parece que mala hierva nunca muere... el 20-N era un buen día... y hablando de muertes las curiosidades varias de esta semana fueron sobre muertes curiosas. Por ejemplo Maximiliano de Austria murio de una indigestión de melones y Enrique I de Castilla por una pedrada jugando con sus amigos.
Hilando con lo anterior no nos quedó más remedio que otorgar el galardón de Hijo de la Gran Puta de la Semana a toda la gente (clérigos y no tan clérigos) que organizan durante esta jornada misas en honor a Franco, que se celebran en muchos más lugares de los que nos imaginamos.
Tuvimos una novedad, por gentileza de Witi, las cervecillas fueron en botellín y no en lata. Uy que ricas y que fresquitas... y entre una y otra realizamos nuestro programa 140, que no locelebramos porque esperamos celebrar el 150, que ya queda poco.
Os dejo el acertijo:
¿Cual es el deporte favorito de los cantantes?
Y la solución del de la semana pasada es:
El hombre se suicida porque ha habido una ecatombe nuclear y cree que es el único superviviente en el mundo, pero cuando está cayendo oye el teléfono y se da cuenta de que hay alguien más...
Salud y hasta la semana que viene.
PD: Dejamos una artículo y una foto publicada el 17/10/2006 en el fotolog del ESCUALO ECUÁLIDO:
«Esto es la paliza más grande de la Historia». Con estas palabras, un agente antidisturbios describía por la emisora de la Policía el desalojo de los trabajadores encerrados en una iglesia de Vitoria allá por el 3 de marzo de 1976.
Con la paz de espíritu y la perspectiva histórica que da el tiempo transcurrido, Manuel Fraga Iribarne, ministro de Gobernación en la época, deja claro hoy en día que no tiene nada que reprocharse, se felicita por sus respectivas actuaciones en aquel miércoles de ceniza, diluye las responsabilidades con un par de «en aquellos tiempos...» y reitera que los policías que rodeaban la iglesia y abrieron fuego contra la multitud que abandonaba el templo corrían grave peligro. «Soy bastante comprensivo con la Policía». Cinismo no es quizás la palabra adecuada, pero es la primera que te viene a la mente.
Treinta años después, la nieta de Franco gana concursos de baile en la televisión pública, las masas alienadas aclaman a la hija de la duquesa de Alba y si Fraga decide visitar Vitoria, será recibido con un fuerte abrazo por un alcalde de su mismo partido.
¡Qué pronto se olvida y que peligroso es!
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